COLOMBIA:Elecciones bajo amenazas



Yadira Ferrer

BOGOTA, oct (IPS) - Cerca de 15.000 candidatos se preparan para participar
en comicios locales en Colombia el 26 de este mes, en una campaña marcada
por violencia política que ha causado ya 29 muertes, entre ellas las de un
aspirante a gobernador, 11 a alcaldes y 17 a cabildos locales.
La escalada de guerrilleros izquierdistas y paramilitares derechistas contra
candidatos empezó el 4 de junio, cuando fue asesinado Tirso Vélez, aspirante
a la gobernación del nororiental departamento Norte de Santander, en pleno
centro de Cúcuta, capital del mismo y fronteriza con Venezuela.

La Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía culpó del crimen a las
paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia.

José Castillo, candidato a la alcaldía del septentrional municipio de
Soledad, fue muerto a tiros en su casa a mediados de septiembre, frente a su
esposa y a su padre.

El 12 de este mes, cuando faltaban dos semanas para los comicios, presuntos
guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
asesinaron en la localidad de Génova, 180 kilómetros al oeste de Bogotá, al
candidato a alcalde Jairo Gómez y el aspirante a concejal Julio Castellanos.

Los gobernantes municipales viven entre dos fuegos, y "no es cierto" que
sean proclives a uno u otro grupo armado, pese a que así lo señalan las
autoridades centrales, dijo a IPS Gilberto Toro, presidente de la Federación
Colombiana de Municipios (FCM), que agrupa a los 1.098 del país.

Lo que Toro sí admitió es que "por supervivencia" las autoridades
municipales "tienen que hablar" con los grupos armados.

"Los violentos quieren aprovechar la coyuntura para interferir las
elecciones o para reorientarlas. Las FARC quieren destruir la democracia y
los paramilitares socavarla. Ambas cosas son muy graves", opinó el
presidente de la FCM.

En agosto, las FARC exigieron en un comunicado la renuncia de los candidatos
de los 64 municipios del sudoccidental departamento del Cauca, y el domingo
organismos de seguridad divulgaron una comunicación por radio atribuida a
ese grupo guerrillero en que se ordenaba a sus comandos "asesinar a
candidatos que no acepten sus propuestas" de acuerdos políticos.

Según Toro, el enrarecimiento de la convivencia democrática no sólo se puede
medir por el número de candidatos asesinados, aunque ese síntoma sea el más
grave.

De acuerdo con cifras de la FCM, en 12 de los 32 departamentos colombianos
hay 21 municipios con un solo candidato a alcalde, y eso desvirtúa el
propósito de ofrecer a los electores diversas opciones de gobierno local,
comentó.

Por otra parte, en 11 municipios de siete departamentos no hay candidatos a
la alcaldía y los concejos, apuntó el presidente de la FCM.

Eso indica la existencia de un grupo hegemónico que no tolera
contradicciones, dijo a IPS Eduardo Verano, ex secretario del Partido
Liberal, la mayor fuerza política del país.

Según la Registraduría Nacional del Estado Civil, organismo responsable de
los comicios, 48 candidatos se retiraron después de haberse inscrito, por
problemas de orden público, y otros 88 lo hicieron alegando problemas
personales.

La FCM afirma que las amenazas en la actual campaña se concentran en el
departamento de Antioquia, al noroeste, los de Arauca y Casanare, al este,
los de Nariño, Caquetá y Cauca, al sudoeste, los de César, Sucre y Córdoba,
al norte, el de Cundinamarca, al centro, y los de Santander y Santander del
Norte, al noreste.

Toro comentó que el área marcada por la violencia es menor que en los
comicios de 2000, pero añadió que todo indica que también esta campaña
será "sangrienta".

Según la ministra de Defensa, Marta Ramírez, la seguridad aportada por
militares y policías en localidades donde antes no podían entrar ha
resultado en que disminuyera 34 por ciento la cantidad de homicidios, 85 por
ciento la de secuestros de candidatos, y 72 por ciento al de atentados a
sedes políticas.

En opinión de Toro, la política de seguridad democrática del presidente
Alvaro Uribe ha permitido mayor control de ciertas zonas, pero los riesgos
aún son inmensos y la FCM se pregunta qué va a pasar con alcaldes que
abandonaron sus pueblos el año pasado tras ser amenazados por las FARC.

De 420 que estuvieron en esa situación, 340 ya retornaron, pero los
restantes 80 aún no han podido hacerlo por falta de garantías. Unos y otros
son blanco probable de futuros atentados.

Orlando Hoyos, alcalde del municipio de Bolívar, en el departamento del
Cauca, fue asesinado por presuntos miembros de las FARC el 6 de este mes.

Hoyos y sus colegas de los municipios de San Sebastián, Sucre, y Santa Rosa,
del mismo departamento, se reunieron con un comandante de las FARC para
asegurarle que no tenían relación con paramilitares, y cuando regresaban
después de una entrevista de media hora fueron interceptados por otros
alzados, que dispararon contra el alcalde de Bolívar cuando intentó huir.

En 2002, ocho asesinatos de alcaldes, el retiro forzado de uno y las
renuncias de otros dos estuvieron entre los motivos de que se llevaran a
cabo elecciones extraordinarias en 137 municipios del país.

Esos comicios se realizaron porque la Corte Constitucional dictaminó era
preciso convocar a nuevas elecciones cuando faltara el mandatario de
cualquier municipio o departamento.

La Policía y el Ejército anunciaron el 14 de este mes que reforzarían la
seguridad de los aspirantes a cargos públicos, pero les pidieron limitar su
actividad proselitista, al tiempo que les recordaron la prohibición de
reunirse con grupos armados ilegales.

"Es mejor perder unos votos que perder la vida, porque hay sitios muy
difíciles. Donde hay seguridad es donde deben desarrollar la actividad
política. Pero hay lugares muy remotos que no podemos cubrir", dijo el
comandante del ejército, general Carlos Ospina.

El jefe militar indicó que se puso en marcha un plan para que soldados y
policías acompañen a los candidatos en sus giras políticas, pero reconoció
que faltan recursos humanos y técnicos para dar protección a los 75.000
postulados a gobernaciones, alcaldías, concejos y asambleas.

El 12 de este mes, Uribe fustigó las "amenazas tenebrosas" de las FARC, e
instó a los candidatos a no ceder frente al "chantaje" de los insurgentes.
(FIN/2003)