VENEZUELA: Huelga contra Chávez deja reguero de desempleados

["Nello Margiotta" <animarg at tin.it>]

Humberto Márquez

CARACAS, feb (IPS) - Decenas de miles de puestos de trabajo se perdieron en
Venezuela en los dos meses de huelga contra el gobierno de Hugo Chávez y la
consecuente recesión puede llevar el desempleo este año al escalón más alto
de su historia.

La reducción de personal se multiplicó en las últimas semanas, a través de
despidos, suspensiones sin goce de sueldo, cese de contratos, adelanto de
vacaciones o la merma en cantidad de horas trabajadas, además de rebajas
pactadas o forzadas de salarios.

La ola de despidos afecta en especial a los empleados de 40 por ciento de
las empresas del país que adhirieron a la huelga general en busca de la
renuncia de Chávez, iniciada el 2 de diciembre y que se diluyó a comienzos
de este mes, aunque también sufren consecuencias el resto de la actividad
económica.

En el centro de la crisis laboral están los comercios y las productoras y
distribuidoras de alimentos y bebidas, cuyos empresarios figuran entre los
más combativos contra el gobierno junto a los gerentes de la industria
petrolera.

Una situación severa afrontan también los trabajadores de los principales
medios de comunicación privados, que dejaron en diciembre de divulgar
publicidad comercial para sumarse en pleno a la campaña opositora de
empresarios, de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y de
partidos y grupos civiles.

Fernando, de 23 años, y Evelyn, de 21, figuran entre las decenas de miles de
nuevos desempleados y han debido apelar a la artesanía para poder sobrevivir
con el hijo de ambos de sólo dos años.

Evelyn trabajó desde mediados de 2002 en atención al público en un negocio
de revelado de fotografía en Caracas, que en diciembre redujo sus
operaciones y conservó sólo tres de sus seis empleadas. Ganaba poco más que
el salario mínimo, que equivale a unos 110 dólares, por casi siete horas
diarias de labor.

"Más duro que trabajar es no tener trabajo", comentó la joven a IPS mientras
compraba cuentas de cristal en el centro de Caracas para luego elaborar
collares artesanales y venderlos por cuenta propia.

Fernando, pareja de Evelyn y técnico en mercadotecnia, trabajaba en una casa
de comida rápida especializada en carne de pollo, mientras buscaba un puesto
acorde a su capacitación. Cobraba el salario mínimo más dos dólares por día
en otros beneficios.

Sin embargo, la empresa, concesionaria de una franquicia internacional, tras
sumarse a la huelga contra Chávez, suspendió en su tarea a Fernando y le
quitó los beneficios extras, para luego a comienzos de enero también dejarle
de pagar el sueldo mínimo.

"No podía perder tiempo, así que en la entrada del barrio monté un carrito
de 'cepillados' (raspado de hielo). Ahora me informaron que la empresa donde
trabajaba quizá no vuelva a abrir", narró a IPS.

La ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias, informó que esa cartera
procesó en diciembre y enero más de 3.000 reclamos de empleados despedidos
de modo ilegal y dispuso que sean repuestos a su lugar de trabajo.

La Constitución establece que ningún trabajador puede renunciar a sus
derechos, "lo cual invalida jurídicamente los pseudoacuerdos", advirtió
Iglesias, en referencias a supuestos convenios de retiro temporal o
definitivo entre empresarios y trabajadores.

"Los empresarios pretenden que los trabajadores paguen un paro que no
quisieron, pero deben pagar quienes convocaron ese conflicto", dijo Iglesias
en alusión a Fedecámaras, la principal organización empresarial del país que
convocó la huelga contra Chávez de común acuerdo con los líderes de la CTV.

Los centros comerciales y las firmas concesionarias de franquicias
internacionales, que empleaban unas 300.000 personas, volvieron de modo
paulatino a la actividad a comienzos de este mes.

"Pero, en el mejor de los casos, esas empresas se contraerán cinco por
ciento y eso significa 15.000 trabajadores cesantes", indicó el director de
la firma de análisis y encuestas Datanálisis, Luis León.

Venezuela, con 23,2 millones de habitantes, contaba en octubre con una
población económicamente activa de 11,8 millones de personas, 16,6 por
ciento de los cuales se encontraban desocupados.

La economía formal ocupaba hasta entonces 4,8 millones de personas, mientras
que el sector informal empleaba a poco más de cinco millones de
trabajadores.

La caída del ingreso petrolero, motor de la economía del país, presagia una
recesión sin precedentes en 2003, tras el retroceso del producto interno
bruto en torno a seis por ciento, según economistas opositores pues el Banco
Central aún no ha entregado las cifras oficiales.

Sobre esa base, esos expertos indican que el PIB, calculado en 100.000
millones de dólares, puede caer de 10 a 20 por ciento este año, mientras que
el desempleo amenaza con superar 25 por ciento de los activos.

"Eso significa que en breve puede haber un millón de nuevos desempleados",
advirtió Oscar Meza, del sindical Centro de Documentación y Análisis Social.

Por su parte, el secretario de conflictos de la CTV, Pablo Castro, sostuvo
que "en un tiempo muy corto pasaremos de 25 por ciento de desempleo y
llegaremos a 3,4 millones de desempleados".

Venezuela conoció el llamado "pleno empleo" técnico, con menos de tres por
ciento de trabajadores desocupados, en los años 70, cuando se registró el
llamado "boom petrolero", pero en la década del 90 comenzó a trepar por
encima de 10 por ciento.

El inventario de despidos creció en diciembre y enero con los casi 6.000
gerentes, ingenieros y empleados de jerarquía de la empresa estatal
Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa) dejados en principio cesantes por acatar
el llamado por la oposición "paro cívico".

Tras el levantamiento de la huelga, el caso de los despedidos de Pdvsa
intenta ser incluido en las discusiones entre la oposición y el gobierno en
la Mesa de Negociación, encabezada por el secretario general de la
Organización de Estados Americanos, César Gaviria.

Pdvsa comenzó un proceso acelerado de reestructuración por parte del
gobierno, en procura de recuperar el nivel de producción de petróleo que
tenía hasta noviembre de 2,8 millones de barriles diarios, además de
reactivar las refinerías para el abastecimiento interno de combustible.

En ese marco, las autoridades acompañaron los despidos con la eliminación de
cargos y la reasignación de labores, lo cual bloquea el retorno de los
cesantes

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Nello

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