Messico: Vaticina Marcos un crecimiento "geométrico" de los globalifóbicos



El subcomandante se congratula por el proyecto de fundación de un
Aguascalientes en España
http://www.jornada.unam.mx

 El juez Baltasar Garzón, un "payaso grotesco" al servicio de la clase
política gobernante

 Critica el sometimiento del País Vasco y reivindica como legítima su lucha
política

12 de octubre de 2002.
EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL. MEXICO

Para: Angel Luis Lara, alias El Ruso. De: Sup Marcos.
Ruso, hermano: Lo primero, un abrazo. Lo segundo, un consejo: creo que
harías bien en cambiarte el seudónimo, no vaya a ser que te confundan los
chechenios y, entonces, sí, adiós Aguascalientes y adiós a uno de los
mejores roqueros de la actualidad.

La fecha (12 de octubre) en la que empiezo a escribirte estas líneas no es
accidental (nada es accidental en los zapatistas), ni tampoco lo es el
absurdo puente que, en este día, trato de tender hasta donde ustedes
trabajan para preparar la inauguración del Aguascalientes en Madrid.

Estoy seguro de que les va a ir muy bien y que la ausencia del imbécil de
Aznar (al que, su nombre lo indica, sólo le falta rebuznar) y del estreñido
del reyecito Juan Carlos pasará desapercibida hasta para la revista ¡Hola!

Pero dile a todos y a todas las que están contigo en ese heroico proyecto
que no se apenen. Está por salir (deportada, es seguro) una revista que se
llama Rebeldía que, a no dudarlo, tendrá una sección de "sociales" donde
podréis insertar una reseña que deje a las de la boda de la infanta en la
categoría de "fiestas infantiles".

Por lo demás, la mentada revista Rebeldía seguramente será consecuente y lo
primero que hará será rebelarse contra la ortografía, así que no inviertan
mucho en la inserción pagada. Por cierto, si lleva fotos es más cara (a
menos que sean porno) y el precio, lamento informarte, no es en euros, sino
en marcos, por aquello de que se prefiera una moneda fuerte.

Así que nada de lloriqueos si no asiste la realeza. En cambio, creo,
abundarán hombres, mujeres, niños y ancianos, no sólo de la península
ibérica, pero sobre todo de ella. Si están ellos y ellas todo será un éxito.
Pero debo advertirte que detrás del éxito de los de abajo siempre aparece la
policía. Porque los de abajo sólo deben llorar y resignarse, lo dice el
bando no sé qué número que la corona expidió no se cuándo, pero al ritmo de
los garrotes de la Guardia Civil se marchan todos con su Aguascalientes a la
cárcel, o al cementerio, que es el lugar que la "democracia" española tiene
para los rebeldes ibéricos.

Sé bien que no sólo del Estado español serán quienes asistan a esa fiesta de
la rebeldía que significa un Aguascalientes, pero serán la mayoría.

Cayucos trasatlánticos

Nosotros no podremos asistir, pues planeamos invadir Europa en fecha próxima
y, como te imaginarás, todo el mundo acá ya tiene su equipaje listo (claro,
si equipaje se le puede llamar a dos bultos de tostadas, un platito de
frijoles rancios, dos botellas de pozol no transgénico y chile a discreción)
y, sin embargo, nadie tiene a la mano un salvavidas.

Los más precavidos cargan algunas pastillas para el mareo y preguntan,
ingenuos, si va a haber "paradas sanitarias".

Pero lo peor no es eso, resulta que no los puedo convencer de que con
cayucos (canoas hechas ahuecando un tronco de árbol) no vamos a llegar muy
lejos.

Claro que no hay que pasar por alto el detalle de que Chiapas no tiene
salida para el océano Atlántico y que, puesto que no tenemos para pagar el
peaje del canal de Panamá, tendremos que dar la vuelta por el Pacífico,
bordear las Filipinas, la India, Africa y remontar hasta las Islas Canarias.

Porque sería de mal gusto llegar por tierra. Tendríamos que atravesar
Mongolia, los escombros de la URSS -donde tendríamos cuidado de decir que
vamos a ver al "ruso" y que ellos se las arreglen-, Europa Oriental, pasar
por Francia a surtirnos de "Chateau Neuf Du Pape, cosecha del 69", (ya
albureo hasta con los vinos), dar la vuelta por Italia y retacarnos de
pasta, y después cruzar los Pirineos. No es que nos arredre la caminata,
pero con tanto ajetreo se maltrata el uniforme.

Mientras tanto el entusiasmo cunde entre la futura tripulación casi tanto
como el vómito (por cierto, veo a un compa "gomitando" y le pregunto por qué
vomita si todavía no nos embarcamos. "Es que me estoy entrenando", me dice
con esa lógica inapelable que campea en las montañas del sureste mexicano).

¿Qué te estaba diciendo? ¡Ah, sí! Que no vamos a poder ir a la inauguración
del Aguascalientes porque estamos "entrenándonos", como dijo el compa, para
la expedición.

Claro que tú no le digas a nadie que vamos a invadir la península ibérica
(previo paso por Lanzarote, donde nos echaremos un cafecito con el Saramago
y la Pilar) porque ya sabes como es la monarquía, que luego luego empieza a
ponerse nerviosa y le da por irse de vacaciones con las infantas y los
bufones (o sea que me refiero a Felipillo González y a Pepillo Aznar, que,
repito, en el nombre lleva la penitencia).

Además, hablar mal de la monarquía te puede costar, lo mínimo, que te
desalojen del local, porque clavado que se les ha ocurrido hacer el
Aguascalientes en un lugar de okupás, porque la sede debe ser de gente
digna, y, que nadie lo dude, hay más nobleza en cualquier casa de okupás que
en El Escorial.

¡Chin! Ya me metí otra vez con la realeza y no debo hacerlo, porque cuando
uno se mete en el bote de la basura acaba oliendo a mierda, y ese olor no se
quita ni con esas botellas de perfume adulterado que venden en El Corte
Inglés.

Bueno, diga sí a la piratería pero no a la dispersión, así que retomo el
hilo de este monólogo que tiene la gran ventaja de que tú no puedes decir ni
pío, como cuando estés frente a la benemérita Guardia Civil que, si me lo
permites, ni es guardia ni es civil, pero ya se sabe que el mundo del poder
está lleno de incoherencias.

¿Qué? ¿Que ya me salí por la tangente? Tienes razón, joder, es que la sola
perspectiva de perderme el caldo gallego recalentado que estarán repartiendo
porque no les quedó ni una pela para algo más, me pone, digamos, inquieto.

Conquistadores y neoliberales

Te decía que la fecha de esta carta no es accidental, que si inicio este
escrito el 12 de octubre para saludar el proyecto del Aguascalientes es por
algo.

En algunos sectores se tiene la idea errónea de que la situación de los
pueblos indios de México se debe a la conquista española. Y no es que Hernán
Cortés y demás rufianes de armadura y de sotana que lo acompañaron hayan
sido benévolos, pero es que, comparados con los gobernantes neoliberales
actuales, son unas hermanas de la caridad.

De los hombres y mujeres de la España digna sólo hemos recibido la palabra
hermana, la solidaridad sin condiciones, el oído atento, la mano que ayuda,
que saluda, que abraza.

Así que me perdone el padre Hidalgo, pero los zapatistas gritamos: "¡Abajo
los neoliberales! ¡Arriba los gachupines!"

Imagino que por ahí deberá estar la banda de Cataluña que toca mal las
rancheras, pero en la chamba no hay quien les lleve el ritmo. Y también
deben llegar los de Galicia, de Asturias, de Cantabria, de Andalucía, de
Murcia, de Extremadura, de Valencia, de Aragón, de La Rioja, de Castilla y
León, de Castilla-La Mancha, de Navarra, de las Islas Baleares, de las Islas
Canarias y de Madrid. A todos ellos y ellas dales un gran abrazo de parte
nuestra, que hay para todos y todas. Porque con tantos hermanos y hermanas,
y tan grandes todos ellos, nos han crecido los brazos a fuerza del cariño
que les tenemos.

¿Qué? ¿Que he dejado fuera a los del País Vasco? No, quiero pedirte que me
permitas que haga una mención especial de estos hermanos y hermanas.

Bien sé que ese payaso grotesco que es el autodenominado juez Garzón, de la
mano de la clase política española (que es tan ridícula como la corte, pero
sin ese discreto encanto que da el ¿cómo ha estado duquesa? -Bien, barón, no
extraño para nada al bufón de Felipillo porque el Pepillo es tan gracioso
como aquél. Por cierto, haría bien subirse la bragueta, barón, no vaya a ser
que coja usted un resfriado, que es lo único que se puede coger en la
corte -etcétera), está llevando adelante un verdadero terrorismo de Estado
que ningún hombre y mujer honestos puede ver sin indignarse.

Sí, el clown Garzón ha declarado ilegal la lucha política del País Vasco.
Después de hacer el ridículo con ese cuento engañabobos de agarrar a
Pinochet (que lo único que hizo es darle vacaciones con los gastos pagados),
demuestra su verdadera vocación fascista al negarle al pueblo vasco el
derecho de luchar políticamente por una causa que es legítima.

Y no lo digo nada más porque sí. Sino porque acá hemos visto a muchos
hermanos y hermanas vascos. Estuvieron en los campamentos de paz. No
vinieron a decirnos qué hacer, ni nos enseñaron a hacer bombas ni a planear
atentados.

Porque acá las únicas bombas son las chiapanecas que, a diferencia de las
yucatecas, nunca riman.

Porque ahí tienes que el Olivio llega y me dice que si le regalo unos
chocolates de nuez que me dieron porque, se rumora, estoy muuuy enfermito,
entonces me recita una bomba.

"Sale", le digo al ver que los chocolates ya están hongueados. Y el Olivio
engola la voz cuando recita: "Bomba, bomba: en el patio de mi casa hay una
mata de naranjo, qué chula está tu hermana".

Yo no me ofendo tanto por lo de mi hermana, sino por la falta de rima y, sin
embargo, le doy al Olivio los chocolates... pero en la cabeza, porque se los
aviento mientras lo persigo hasta el cansancio, o sea hasta los primeros
pasos.

Además, acá los únicos atentados son contra el buen gusto musical cuando
agarro la guitarra y entono, con mi inigualable voz de barítono, aquella que
dice "siempre que me emborracho, palabra que algo me pasa, voy derechito a
verte y me equivoco de hamaca".

Seguro que si me escucha el Manu Chao me contrata. Claro, todo con tal de no
pagar las dos cuerdas de guitarra que reventó cuando, en un mano a mano con
los insurgentes cantaba aquella de la Vaca Esquizofrénica. ¿O era Vaca Loca?
Bueno, si anda por ahí dale una mano a Manu y dile nomás que le perdonaremos
lo de las cuerdas cuando nos encontremos en la próxima estación que, es
sabido, se llama "Esperanza".

Y si no me contrata el Manu, entonces me voy al grupo de la Amparo. Aunque
tal vez tenga que cambiar el nombre, y en lugar de "Amparonoia" le pondrá
"Amparofobia", por aquello de que mis críticos también se globalizan.

En fin, que para terroristas más que nada lo que nos falta es vocación y no
medios.

Pero, bueno, resulta que acá han estado los hermanos del País Vasco y se han
portado con dignidad, que es como de por sí se portan los vascos.

Y no sé si por ahí anda el Fermín Muguruza, pero yo me acuerdo que una vez
que estuvo por acá le preguntaron de dónde era y él dijo que "vasco", y que
le vuelven a preguntar: "¿vasco de España o vasco de Francia?" Y el Fermín
ni se inmutó cuando respondió "Vasco del País Vasco".

Y yo estaba buscando algo en vasco para mandarles como saludo a los hermanos
y hermanas de ese país, y no encontré mucho, pero no sé si mi diccionario
está bien porque busque cómo se dice "dignidad" en vasco, y el diccionario
zapatista dice que "Euskal Herria". Ahí les preguntas si voy bien o mejor me
regreso.

En fin, que lo que no saben ni Garzón ni sus patiños es que hay veces que la
dignidad se convierte en erizo, y ¡ay! de aquel que pretenda aplastarla.

Fiesta de la rebeldía

Bueno, dije antes que el Aguascalientes debe ser una fiesta de rebeldía,
cosa que no les gusta nada a los partidos políticos...

-¡Son un fraude! -me interrumpe Durito.

-Pero... espera Durito, aún no hablo de los partidos políticos mexicanos.

-No es de esos fraudes de los que hablo, sino de las páginas porno de
Internet.

-Pero, Durito, en la selva no tenemos Internet.

-¿No tenemos? Me suena a Unión Europea. Yo sí tengo. Con un poco de ingenio
y otra cosita he convertido una de mis antenas en un poderoso modem
satelital.

-¿Y se puede saber, caballero andante posmoderno, por qué las páginas porno
de Internet son un fraude?

-Pues porque ni hay ni una sola con escarabajas, ya no digas desnudos, vaya,
ni siquiera con una de esas bragas de "hilo dental", que les dicen.

-¿Bragas?

-¡Claro! ¡Joder! ¿No le estás escribiendo a los españolistas? -dice y
pregunta Durito mientras se cala una boina.

-¿Braga? -repito yo tratando de evitar lo inevitable, es decir, que Durito
le meta mano a lo que escribo, que para eso le sobran manos e impertinencia.

-Veamos, mmh, mmh -murmura Durito montado ya sobre mi hombro.

-¿Ruso? ¿Le estás escribiendo a Putin? Yo no te lo recomendaría, no vaya a
ser que te aviente uno de esos gases que ni los que tú te echas cuando comes
demasiados frijoles.

Yo protesto:

-Mira, Durito, no empecemos a revelar intimidades, porque ahí tengo la carta
que te envió el Pentágono pidiéndote la fórmula para la elaboración de gases
ultratóxicos.

-¡Ah! Pero yo me negué. Porque mi gas, como mi amor, no es comprao ni
vendío, sino que lo regalo, porque yo soy desprendío y doy las cosas sin ver
si se las han merecío -dice Durito con un acento andaluz que hay que
joderse.

Después de una pausa, agrega:

-¿Y cuál es el tema de tu escrito, chaval?

-Y nada, tío, de qué va ser, de la rebeldía y de un Aguascalientes que van
abrir en los Madrides -respondo yo, contagiado del flamenco que cunde en la
champa.

-¿Madrid? ¿Cuál Madrid? ¿El de Aznar y la Benemérita? ¿O el Madrid
irreverente?

-El irreverente, claro. Aunque no sería extraño que el Aznar quiera meter
las pezuñas.

-¡Magnífico! -aplaude y baila Durito de una forma tal que ya Federico
Gar-cía Lorca resucita y le compone la desconocida e inédita Soleá del
Escarabajo Epiléptico.

Cuando termina su danza, Durito ordena:

-¡Escribe! Te voy a dictar mi ponencia.

-Pero Durito, no estás en el programa. Vamos, ni siquiera te han invitado.

-Claro, de por sí los rusos no me quieren. Pero no le aunque. Anda, escribe.
El título es "La Rebeldía y Las Sillas".

-¿"Las Sillas"? Durito, no vayas a salir con otra de tus...

-¡A callar! La idea viene de un escrito que Saramago y yo escribimos a
finales del siglo pasado y se llama "Silla".

-¿Saramago? ¿Quieres decir José Saramago, el escritor? -pregunto perplejo.

-¡Claro! O qué, ¿hay otro? Bueno, pues resulta que ese día tomamos hasta
caernos de la reiterada silla, y ya en el suelo, con esa perspectiva y
lucidez de los de abajo, le digo: Pepe, ese vinillo pega más que la mula de
Aznar -y él no dijo nada porque estaba buscando sus lentes.

Y entonces yo le digo: -Se me está ocurriendo algo, rápido José, que las
ideas son como las alubias con chorizo, si te descuidas, llega otro y se los
almuerza.

El Saramago encontró por fin sus lentes y, juntos, le dimos forma a ese
relato, si mal no recuerdo, a principios de los ochenta. Claro que en el
crédito sólo aparece su nombre, porque los escarabajos batallamos mucho con
los derechos de autor.

Yo quiero abreviar las anécdotas de Durito y lo apremio: -Ya está el título,
que más.

-Bueno, se trata de que la actitud que un ser humano asuma ante las sillas
es la que lo define políticamente. El Revolucionario (así, con mayúsculas)
mira con desprecio las sillas comunes y dice y se dice: "no tengo tiempo
para sentarme, la pesada misión que la Historia (así, con mayúsculas) me ha
encomendado me impide distraerme en pavadas". Así se pasa la vida hasta que
llega frente a la silla del Poder, tumba de un tiro al que esté sentado en
ella, se sienta con el ceño fruncido, como si estuviera estreñido, y dice y
se dice: "la Historia (así, con mayúsculas), se ha cumplido. Todo,
absolutamente todo, adquiere sentido. Yo estoy en La Silla (así, con
mayúsculas) y soy la culminación de los tiempos". Ahí sigue hasta que otro
Revolucionario (así, con mayúsculas) llega, lo tumba y la historia (así, con
minúsculas) se repite.

-El rebelde (así, con minúsculas), en cambio, cuando mira una silla común y
corriente, la analiza detenidamente, después va y acerca otra silla, y otra
y otra, y, en poco tiempo, eso ya parece una tertulia porque han llegado más
rebeldes (así, con minúsculas) y empiezan a pulular el café, el tabaco y la
palabra, y entonces, precisamente cuando todos empiezan a sentirse cómodos,
se ponen inquietos, como si tuvieran gusanos en la coliflor, y no se sabe si
fue por el efecto del café o del tabaco o de la palabra, pero se levantan
todos y siguen su camino. Así hasta que encuentran otra silla común y
corriente y la historia se repite.

-Sólo hay una variación, cuando el rebelde topa con la Silla del Poder (así,
con mayúsculas), la mira detenidamente, la analiza, pero en lugar de
sentarse va por una lima de esas para las uñas y, con heroica paciencia, le
va limando las patas hasta que, a su entender, quedan tan frágiles que se
rompan cuando alguien se siente, cosa que ocurre casi inmediatamente. Tan,
tan.

-¿Tan, tan? Pero Durito...

-Nada, nada. Ya sé que es demasiado árido y que la teoría debe ser
aterciopelada, pero lo mío es la metateoría. Puede ser que me acusen de
anarquista, pero valga mi ponencia como humilde homenaje a los viejos
anarquistas españoles, que hay quienes callan su heroísmo y no por eso
brillan menos.

Se va Durito, aunque estoy seguro que él preferiría venirse.

Bueno, dejemos a un lado los albures. ¿En qué estaba yo cuando esa
impertinencia acorazada me interrumpió?

¡Ah!, en que el Aguascalientes es una fiesta de rebeldía.

Y, entonces, mi querido chechenio, faltaría por definir lo que es rebeldía.

Pudiera bastar con que echaras una mirada a todos los hombres y mujeres que
pusieron empeño en levantar ese Aguascalientes, y a los que asistirán a su
inauguración (a la clausura no, porque seguro eso lo hará la policía) para
que obtuvieras una definición, pero como ésta es una carta, debo intentar
hacerlo con palabras que, por muy elocuentes que sean, nunca serán tan
contundentes como las miradas.

Así que, buscando un texto que me sirviera para eso, encontré un libro que
me prestó el Javier Elorriaga.

El librito se llama Nueva Etiopía, y es de un poeta vasco que se llama
Bernardo Atxaga. Hay ahí un poema que se llama "Reggae de las Mariposas",
que habla de las mariposas que vuelan mar adentro y que no tendrán un lugar
donde posarse porque el mar no tiene islas ni rocas.

Bueno, que me perdone don Bernardo si la síntesis no es tan afortunada como
su reggae, pero me sirve para lo que quiero decirte:

La Rebeldía es como esa mariposa que dirige su vuelo hacia ese mar sin islas
ni rocas.

Sabe que no habrá donde posarse y, sin embargo, su vuelo no titubea.

Y no, ni la mariposa ni la rebeldía son tontas ni suicidas, lo que pasa es
que saben que tendrán donde posarse, que hay por ahí un islote que ningún
satélite ha detectado.

Y ese islote es una rebeldía hermana que, es seguro, saldrá a flote justo
cuando la mariposa, es decir, la rebeldía voladora, empiece a desfallecer.

Entonces la rebeldía voladora, es decir, la mariposa marina, pasará a formar
parte de ese islote emergente, y será así el punto de apoyo para otra
mariposa que ya emprende su vuelo decidido rumbo al mar.

La cosa no pasaría más allá de una curiosidad en los libros de biología,
pero, como dijo no sé quién, el aletear de una mariposa suele ser el origen
de los grandes huracanes.

Con su vuelo, la rebeldía voladora, es decir, la mariposa, está diciendo
¡NO!

No a la lógica.

No a la prudencia.

No a la inmovilidad.

No al conformismo.

Y nada, absolutamente nada, será tan maravilloso como ver la osadía de ese
vuelo, apreciar el desafío que representa, sentir cómo se empieza a agitar
el viento y ver cómo, con esos aires, no son las hojas de los árboles las
que tiemblan, sino las piernas de los poderosos que hasta ese entonces
pensaban, ingenuos, que las mariposas morían mar adentro.

Pues sí, mi apreciado moscovita, es sabido que las mariposas, como la
rebeldía, son contagiosas.

Y hay mariposas, como rebeldías, de todos los colores.

Las hay azules, que se pintan así para que el cielo y el mar se las
disputen.

Y las hay amarillas, para que el sol las abrace.

Las hay rojas, pintadas así por sangre rebelde.

Las hay marrones, que llevan así en las olas el color de la tierra.

Las hay verdes, que es como suele pintarse la esperanza.

Y todas son piel, piel que brilla sin importar el color que las pinte.

Y hay vuelos de todos los colores.

Y hay veces que se juntan mariposas de todas partes y entonces hay arcoiris.

Y la tarea de las mariposas, lo dice cualquier enciclopedia que se respete,
es traer el arcoiris más abajo de modo que los niños puedan aprender a
volar.

Y, hablando de mariposas y rebeldías, se me ocurre que, cuando estén todos
ustedes en el circo, o sea en el juzgado, frente al payaso Garzón, y les
pregunten que qué hacían en el Aguascalientes, ustedes respondan: volando.

Aunque te manden volando deportado a Chechenia, la risa se va a escuchar
hasta las montañas del Sureste Mexicano.

Y una risa, hermano, se agradece tanto como la música.

Y hablando de música, según sé el baile del cangrejo se ha puesto de moda en
los gobiernos de México, España, Italia y Francia, y consiste, grosso modo,
en mover las caderas y los brazos en sentido inverso a las manecillas del
reloj.

Y ya que estamos en manecillas, si ves a Manuel Vázquez Montalbán dale un
apretón de manos de parte nuestra.

Dile que ya me enteré de que el Fox le preguntó si no sabía por qué estaban
en silencio Marcos y los zapatistas, y que él le contestó: "no están en
silencio, lo que pasa es que usted no oye".

De paso, le dices que las butifarras no son como los diamantes, o sea, que
no son eternas, y que las que mandó, hace tiempo que se acabaron, y que si
no se pone guapo, digamos con unos 5 kilos, entonces a él y a Pepe Carvalho
los vamos a tomar como rehenes.

No, mejor no. Porque no nos vayan a tomar por terroristas y el Bush, de la
mano de la ONU, nos aviente otra guerra "humanitaria". Mejor que mande
butifarras, yo a cambio le mando la receta del Marco's Special que, no es
por nada, el chef de su majestad (¡já!) me ha pedido con insistencia inútil.

Bueno, ya me despido. No dejes de avisarme en cuál cárcel los meten. Digo,
para cuando pasemos por ahí.

No, no creas que será para liberarlos, sino para asegurarnos que estén bien
encerrados, porque todos ustedes están bien locos. Mira que inaugurar un
Aguascalientes en Madrid... Nomás falta que se les ocurra hacer un municipio
autónomo en la cárcel.

Por cierto, cigarros no les podremos mandar. Pero sí tostadas y pozol, eso
sí, tan dignos como ustedes.

Vale. Salud, si se trata de reinar, que reine la rebeldía.Desde las montañas
del Sureste Mexicano.


Subcomandante Insurgente Marcos.

México, octubre del 2002.


P.D. Que dice la Eva que si en el Estado Español (así dijo, me cae) tienen
videocaseteras porque quiere llevar su colección de películas de Pedro
Infante. Le dije que allá tienen otro sistema. Ella me preguntó: "¿A poco
allá no tienen un gobierno neoliberal?" Yo no le respondí, pero ya le digo
"Comandanta Eva: ¿Qué otra cosa podía hacer?"

Otra P.D.

-No creas que no sé que también irán al Aguascalientes rebeldes de Italia,
Francia, Grecia, Suiza, Alemania, Dinamarca, Suecia, Inglaterra, Irlanda,
Portugal, Bélgica, Holanda y etcétera. Salúdalos a todos y diles que, si se
portan mal, también los...vamos a invadir. Vamos a globalizar la tostada
hongueada y el pozol rancio. Vamos a ver cómo crece geométricamente el
número de globalifóbicos.

Vale de nuevo.

El Sup entrenándose para la travesía, o sea, "gomitando" los chocolates con
nuez hongueados que El Olivio dejó tirados


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Nello

change the world before the world changes you because  another world is
possible