España: La CGT promueve la creación en Málaga de la Asociación por la Memoria y la Justicia



6 de octubre del 2003

Antonio Somoza Barcenilla
Rebelión
Familiares de fusilados en Málaga piden la recuperación de los restos
enterrados en la fosa común del cementerio de San Rafael. Según documentos
de la época, al menos 2.456 personas fueron inhumadas en el lugar entre
febrero de 1937 y junio de 1940.

La Federación Provincial de Málaga ha promovido la constitución de la
Asociación por la Memoria y la Justicia de la provincia. La iniciativa
partió a raíz de que José Dorado Soto, hijo de uno de los fusilados en marzo
de 1937, se pusiera en contacto con nosotros para tratar de ayudarle a
conseguir la recuperación de los restos de su padre. El llevaba ya un año
tratando de conseguirlo directamente en el Ayuntamiento sin obtener
respuesta alguna, sólo  la sensación de haber sido toreado por todos.

José Dorado, reclama los restos de su padre, trabajador de la Compañía
Andaluza de Ferrocarriles, detenido en la estación de Bobadilla y
posteriormente encarcelado y fusilado en la capital en marzo de 1937, cuando
él sólo tenia tres años. Su madre se quedó viuda joven, con tres hijos y con
la terrible marca de "familia roja". A José Dorado no le mueven ánimos de
venganza, ni exige reclamaciones por el asesinato de su padre ni por las
penurias de una infancia y juventud difícil. El sólo quiere recuperar los
restos de su padre para darles sepultura junto a los de su madre y que se
olvide, o mejor, que se conozca lo sucedido en este país durante aquellos
años. Sin embargo, los políticos, a pesar de los solemnes acuerdos
parlamentarios, tratan de esquivar el bulto. El asunto les quema en las
manos como una patata caliente. Y, no es de extrañar.

En un primer momento, remitimos sendos escritos al alcalde y al Defensor del
Pueblo de Andalucía, para solicitar la paralización de las faenas de
desmantelamiento del cementerio y evitar daños en la fosa. Se convocó a los
medios de comunicación en la misma puerta del cementerio y se ofreció una
rueda de prensa en la que se dio cuenta de los escritos remitidos y se convo
có a una reunión para la constitución de la Asociación.

Y decíamos que no era de extrañar que el asunto quemara a los políticos por
las dimensiones del problema. Porque en el caso de la fosa común del
cementerio de San Rafael existen documentos que prueban que entre el 16 de
febrero de 1937 y el 27 de junio de 1940  fueron fusiladas en Málaga y
enterradas en la fosa común 2456 personas. No obstante, ese número se podría
incrementar notablemente con los restos de personas fusiladas sin haber
pasado por prisión y que puede elevar el número de asesinados a cifras
estremecedoras. Para hacernos una idea de la magnitud de la matanza podemos
recordar que el número de asesinados o desaparecidos en todo Chile durante
toda la dictadura de Pinochet se estima en torno a 6.000 personas.

A la convocatoria para la constitución se presentaron una decena de
familiares de fusilados y se pusieron en contacto con nosotros familiares
residentes en Alhaurín el Grande y en Gavá (Barcelona). En la primera
reunión contamos con la presencia del compañero Cecilio Gordillo que se
desplazó desde Sevilla para explicar el modelo de funcionamiento de las
Asociaciones y los pasos a seguir para tratar de lograr su deseo de
recuperar los restos de sus familiares.

En esa primera reunión se acordó, por una parte, la constitución de la
Asociación, y, por otra, el inicio de gestiones para conseguir que la fosa
de San Rafael se incluya dentro de las actuaciones previstas en el decreto
aprobado por unanimidad en el Parlamento Andaluz el pasado día 25 de
septiembre y que compromete a todos los organismos públicos a colaborar en
la recuperación de fosas comunes de la guerra civil en Andalucía.

A la reunión de constitución asistieron también vecinos de Álora y Cartama,
pueblos que cuentan con su propia fosa común. En el primero de ellos,
también existe documentación que da cuenta de que en un solo día fueron
fusilados 69 vecinos de la localidad.

Mientras tanto en Casares ya se ha logrado la intervención del Ayuntamiento
para preservar el terreno de dos fosas comunes. Y nos llegan noticias de
otra fosa común junto a la tapia del cementerio de Vélez-Málaga  y la
sospecha de que la fosa común de Órgiva, en la que se calculan no menos de
2.000 enterrados, fue la sepultura de muchos malagueños que trataban de
llegar a Almería tras la caída de Málaga.

Unas datos que ponen los pelos de punta sobre las dimensiones de la
represión en la provincia de Málaga, sobre todo si tenemos en cuenta de que
aún nos faltan datos de comarcas enteras como Ronda y Antequera y de la
mayoría de municipios del resto de la provincia.

Ante la magnitud del trabajo, antes de la siguiente reunión de la Asociación
se han solicitado entrevistas a todos los grupos municipales y se han
mantenido conversaciones con profesores de la Universidad para tratar de
promover la formación de un grupo de trabajo técnico para asegurar que tanto
la exhumación e identificación de los restos, como la recogida de
información se realice con todas las garantías científicas.

En la próxima reunión, que se celebrará el jueves 9 de octubre, a las 19
horas en los locales de la F.P. de CGT, se recogerán las solicitudes
personales de los familiares al Defensor del Pueblo y al alcalde para que se
exhumen los restos, se identifiquen y se deje a los familiares que decidan
el destino que quieren darles. Igualmente, en el transcurso de la reunión
con los grupos municipales se solicitará su cooperación para lograr los
fondos que permitan acometer los trabajos y para conseguir que en el parque
que ocupará el espacio del cementerio se levante un monumento que recuerde a
todos los fusilados por defender la libertad, frente a una dictadura que
superó con creces la ferocidad de otros dictadores en Irak, Chile, Guatemala
o Bosnia. Esperamos que el pueblo español tenga, al menos, el mismo derecho
a recuperar su memoria todos ellos.