[Latina] I: [ATTAC] INFORMATIVO XVI 383 - Una civilización trata de nacer




Da: Grano de Arena
Inviato: ‎21/‎12/‎2015 14:39
A: attac-informativo at attac.org
Oggetto: [ATTAC] INFORMATIVO XVI 383 - Una civilización trata de nacer

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INFO XVI.838
21 de diciembre de 2015
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Una civilización trata de nacer

*4*

Mundo

** UNA CIVILIZACIÓN TRATA DE NACER <#TRATA>: *aparecen cada vez más
síntomas de una civilización que quisiera nacer, una civilización del
buen vivir. La mirada optimista y esperanzada de Edgar Morin.

** LOS ESTADOS NO ESTÁN PREPARADOS PARA PONER EN MARCHA LA «REVOLUCIÓN
CLIMÁTICA» <#ESTADOS> * El acuerdo de París franquea las «líneas rojas»
fijadas por la sociedad civil! ATTAC Francia

** HAARETZ REVELA COMO EL CONTRIBUYENTE USAMERICANO FINANCIA LAS
COLONIAS Y EL TERRORISMO JUDÍO <#HAARETZ> *a través de una red de
organizaciones sin fines de lucro exentas de impuestos que han
canalizado hacia las comunidades judías de Cisjordania más de 220
millones de U$S durante el período 2009/2013”

** <#RENTA>**RENTA BÁSICA A LA FINLANDESA. * <#RENTA>El país nórdico
proyecta dar 800 euros mensuales a todos sus ciudadanos.

** ACUERDO TRANSPACÍFICO, PARA SOCAVAR LAS SOBERANÍAS NACIONALES.
<#ACUERDO> *Entrevista con Roberto Chiazzaro, diputado nacional por el
Partido Socialista del Frente Amplio del Uruguay. El tratado, firmado
por Brunei, Nueva Zelanda, Singapur, Australia, Canadá, Estados Unidos,
Japón, Malasia, y Vietnam, incluye a tres países de América Latina:
México, Perú y Chile, y excluye al mayor país del Asia Pacífico, China.

Latinoamérica

** PANAMÁ LA JUSTICIA DECLARA EN "REBELDÍA" A RICARDO MARTINELLI
<#JUSTICIA> *Investigado por espionaje a llamadas y correos
electrónicos, entre otros delitos.

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Mundo

*UNA CIVILIZACIÓN TRATADE NACER *

Edgar Morin*

Vivimos en una civilización en la que el predominio del interés
(personal y/o material) del cálculo (cuyas cifras ignoran la felicidad y
la desdicha) de lo cuantitativo (PBI, crecimiento, estadísticas sondeos)
de lo económico se ha convertido en hegemónico. Existen, ciertamente,
muchos oasis de vida amorosa, familiar, fraterna, amistosa, lúdica que
testimonian la persistencia del querer vivir bien; la civilización del
interés, del cálculo no podrá absorberlos jamás. Pero se trata de oasis
dispersos que se ignoran mutuamente. Sin embargo, aparecen cada vez más
síntomas de una civilización que quisiera nacer, una civilización del
buen vivir.

Señalémoslo en el plano económico, la economía social y solidaria en la
que renace el espíritu de las mutuales y de las cooperativas, los bancos
de micro-créditos, la economía participativa, la economía circular, el
teletrabajo, la economía ecológica para la producción de energía, para
la descontaminación de las ciudades, la agroecología propuesta por
Pierre Rabhi y Philippe Desbrosses que nos están mostrando un progresivo
rechazo hacia una economía dedicada tan solo a la ganancia.

De modo tal que serían progresivamente rechazadas en el plano vital de
la alimentación, de la agricultura industrializada (las inmensas
extensiones de monocultivos que esterilizan los suelos y la vida animal,
que contienen pesticidas y que proveen cereales, legumbres y frutas
estandarizadas sin ningún sabor), la cría industrializada (en campos de
concentración de ganado bovino, ovino, avícola alimentados con
deshechos, artificialmente engordados y saturados de antibióticos). Algo
que al mismo tiempo incrementaría la participación de una agricultura y
de una cría más biológica que con el aporte de los actuales
conocimientos científicos, revitalizaría y repoblaría el campo y
proveería a las ciudades una alimentación más sana.

El desarrollo de circuitos cortos, en especial para la alimentación a
través de mercados, Amaps, Internet, sería más favorable para nuestra
salud y produciría al mismo tiempo la regresión de las grandes
extensiones, de las conservas no artesanales, de los congelados.

En el plano social y humano, la nueva civilización tendería a restaurar
la solidaridad local o a establecer nuevas solidaridades (como la
creación de casas de la solidaridad en las ciudades pequeñas y en los
barrios de las grandes ciudades).

Estimularía la convivencia, necesidad humana primordial que la vida
racionalizada, cronometrada, dedicada a la eficiencia, inhibe. Ivan
Illitch había anunciado en 1970 esta necesidad de una nueva
civilización, mensaje que el movimiento convivialista, impulsado por
Alain Caillé, difundió en Francia y más allá de nuestras fronteras.

Se trata de un elemento fundamental para el logro de una reforma
existencial. Debemos recuperar un tiempo con ritmos propios que no
obedezca sino en parte, la presión cronométrica. El “slow food”
movimiento profundo lanzado por Pertini para reducir el “fast food” y
restablecer los placeres gastronómicos, estaría acompañado por una
reforma de estilos de vida que alternaría períodos rápidos (que tienen
virtudes estimulantes) y períodos lentos (que tienen virtudes
tranquilizantes). Responderíamos así sucesivamente a dos impulsos que
tan bien expresa el idioma turco: Ayde (vamos, apresurémonos) Yawash
(dulcemente, tranquilamente).

La actual proliferación de fiestas y de festivales nos señala claramente
nuestras aspiraciones a una vida más poética a través de la fiesta y la
comunión con el arte, el teatro, el cine, la danza. Las casas de la
cultura están encontrando cada vez más nueva vida.

Nuestras necesidades no se hallan solo concretamente ligadas a nuestra
esfera personal. A través de las informaciones de la prensa, la radio,
la televisión, a veces inconscientemente, participamos del mundo. Lo que
debería penetrar en nuestra conciencia es nuestra pertenencia a la
humanidad, hoy en día nuestra interdependencia se halla vinculada a un
común destino planetario. El cine que ha dejado de ser un producto solo
de occidente nos permite ver películas iraníes, coreanas, chinas,
filipinas, marroquíes, africanas y esa participación síquica nos permite
sentir en nosotros mismos la unidad y la diversidad humana.

La reforma del consumo sería capital en nuestra nueva civilización. Nos
permitiría seleccionar lucidamente aquellos productos con verdaderas
virtudes y no con las que imaginariamente nos muestra la publicidad
(especialmente para la belleza, la higiene, la seducción) provocando la
regresión de las intoxicaciones consumistas (la del automóvil, por
ejemplo). El gusto, el sabor, la estética guiarían el consumo, de modo
que al desarrollarse, provocarían la regresión de la agricultura
industrializada, el consumo insípido y malsano y del predominio de la
ganancia capitalista.

Dado que los productores, es decir los trabajadores mismos han perdido
su poder de ejercer presión sobre la vida de la sociedad, los
consumidores, es decir el conjunto de los ciudadanos, han logrado un
poder que por faltarle una interrelación colectiva, resulta invisible,
pero que una vez esclarecido posibilitaría instalar una nueva
orientación no solo en la economía (industria, agricultura,
distribución) sino también en nuestras vidas cada vez más convivenciales.

Por otra parte, la estandarización industrial ha creado por reacción la
necesidad de artesanado. La resistencia a los productos de vejez
programada (automóviles, refrigeradores, ordenadores, teléfonos
portátiles, calzado, etc.) favorecería la aparición de un nuevo
artesanado. Al miso tiempo el impulso al comercio vecinal rehumanizaria
considerablemente nuestras ciudades. Todo esto provocaría una inmediata
regresión de esa formidable fuerza tecno-económica que impulsa el
anonimato, la ausencia de relaciones cordiales con el otro, a menudo
habitante del mismo edificio.

Finalmente sería necesario cambiar las condiciones de trabajo en nombre
mismo de esa rentabilidad que hoy en día produce la mecanización de los
comportamientos, la robotización, el “burn out”, el desempleo que en
definitiva han reducido la promovida rentabilidad.

Es decir que la rentabilidad puede obtenerse, no a través de la
robotización de los comportamientos sino a través del pleno empleo de la
personalidad y de la responsabilidad de los asalariados. La reforma del
Estado puede lograrse no mediante la reducción o el aumento de los
efectivos sino a través de la des-burocratización. Es decir la
interrelación entre las diferentes áreas, iniciativas y relaciones
permanentes de “feed back” en los niveles directivos y de ejecución.

Finalmente la nueva civilización requiere una educación en la que se
enseñaría el conocimiento complejo que permita percibir los múltiples
aspectos, a veces contradictorios de un mismo fenómeno o hasta de un
mismo individuo, lo que permitiría una mejor compresión del otro y del
mundo. La Comprensión del otro también sería enseñada, con el objeto de
reducir la peste síquica de la incomprensión, existente aún en una misma
familia, un mismo taller, una misma oficina. Se enseñarían las
dificultades del conocimiento que contiene permanentes riesgos de
errores y de desilusión, se enseñaría la complejidad de la vida humana.
En síntesis una reforma radical y en todos los niveles de educación
enseñaría a vivir con autonomía, responsabilidad, solidaridad, amistad.

Como las piezas de un rompecabezas distribuidas al azar, los primeros
fermentos de la nueva civilización, trabajan aquí y allá y contribuyen a
levar la nueva masa. Las inconscientes necesidades de una vida nueva
comienzan a hacerse conscientes. Se crean oasis de convivencia, de nueva
vida, a veces en algún municipio animado por un espíritu nuevo como en
Grenoble en que se anima ese movimiento. Ciertamente la civilización del
vivir bien trata de nacer, bajo diferentes formas, en algún lugar como
Ecuador ya existe un ministerio del buen vivir.

Son pequeñas primaveras que bullen y que corren riesgos de glaciación o
de cataclismos. Antes de la guerra, ya se buscaba una nueva
civilización, bajo diferentes nombres, con ensayos como los de Emmanuel
Mouier, Robert Aron, Armand Dandieu, Simone Weil. Trataban de salir de
la impotencia que no había podido evitar la crisis económica, la doble
amenaza del fascismo y del comunismo staliniano y buscaba la tercera
vía. Tercera vía que fue aplastada por la guerra antes de nacer.

Se trata hoy en día de cambiar de camino, de trazar uno nuevo como parte
del desarrollo de una nueva civilización, encarnada ya en muchas
personas de buena voluntad de toda edad, de hombres y de mujeres y que
está diseñando nuevas formas en los oasis de la vida. Pero las enormes
oscuras y oscurantistas formas de la barbarie fría y helada, de la
ganancia ilimitada que dominan la civilización también crecen
actualmente mucho más velozmente que las fuerzas saludables y no sabemos
todavía si podrán estas acelerar y ampliar su propio desarrollo.
Socialismo o barbarie se decía antes, hoy en día la alternativa es:
nueva civilización o barbarie.

/*Edgar Morines un sociólogo y filósofo francés que define su
pensamiento como “constructivista” precisando “ es decir que hablo de la
colaboración del mundo exterior y de nuestro propio espíritu para
construir la realidad” /

/Traducción Susana Merino /

*LOS ESTADOSNO ESTÁN PREPARADOS PARA PONER EN MARCHA LA «REVOLUCIÓN
CLIMÁTICA» *
El acuerdo de París franquea las «líneas rojas» fijadas por la sociedad
civil!

/ATTAC Francia 13/12/2015 /

5En momentos difíciles se espera de una conferencia internacional que
tome decisiones valerosas y visionarias. No es el caso de la COP 21, con
un acuerdo muy por debajo del cambio de rumbo requerido. Al estado de
emergencia el Acuerdo de París opone un apaño constituido por la suma de
los egoísmos nacionales, tanto en materia de financiación como de
objetivos de reducción de emisiones. No hay que olvidar lo esencial: el
Acuerdo de París ratifica un calentamiento climático superior a 3°C ,
sin dotarse de dispositivos para volver a una trayectoria inferior a
1,5°C o incluso a 2°C .

François Hollande deseaba que se recordara la COP21 como el momento en
que se desencadenó una «revolución climática»1. En muchos puntos, el
Acuerdo de París se decanta por las opciones más conservadoras y menos
ambiciosas presentes en el texto de negociación. El Acuerdo de París
valida una cosa positiva: los 195 estados del planeta están de acuerdo
en mantener un marco internacional y multilateral – aunque muy
debilitado – de «gobernanza del clima»: para cambiar de veras la
situación, se vuelve urgente que las reglas y principios de organización
de la economía mundial y del comercio internacional se sometan al
objetivo climático.

Análisis del texto sobre la base de los adjetivos utilizados por Laurent
Fabius y François Hollande :

*¿Es ambicioso el Acuerdo de París? *

Ratificando contribuciones nacionales (INDCs) que llevan a un
calentamiento superior a 3°C , la COP 21 se muestra incapaz de
desactivar la bomba climática.

El objetivo de 1,5°C, que no es objerivo vinculante, no puede ocultar la
ausencia de compromisos en cifras de reducción de emisiones de GES para
los próximos años (art. 2);

No se menciona ningún dato para el pico de emisiones y el objetivo a
largo plazo, esperado para 2050, no se refiere más que a la segunda
parte del siglo; la formulación del objetivo a largo plazo abre la
puerta a la utilización masiva de técnicas inadecuadas como el
almacenamiento o secuestro de carbono, la compensación de carbono y la
geoingenieria.

Sin hojas de ruta claramente establecida, sin mención de puntos de
transición en 2020 y 2050 fijados por el GIEC para volver a una
trayectoria inferior a 2° C, el Acuerdo de París pone en peligro el
simple derecho a vivir de numerosas poblaciones de todo el planeta.

[il messaggio originale non è incluso]