Brasile: Lula arroja un salvavidas a Argentina



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Marcela Valente

BUENOS AIRES, 2 dic (IPS) - El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula
da Silva, reivindicó este lunes las "relaciones estratégicas" de su país con
Argentina, en su primer viaje al exterior tras ganar la segunda vuelta
electoral del 27 de octubre.

"De esos vínculos, mucho dependerá el destino de América Latina", afirmó en
la residencia presidencial de Olivos, junto al mandatario argentino Eduardo
Duhalde.

Lula había prometido que Buenos Aires sería su primer destino extranjero
tras ser elegido, para reafirmar los compromisos de Brasil con el Mercosur
(Mercado Común del Sur), integrado también por Paraguay y Uruguay, en
momentos en que Argentina está en crisis y el bloque subregional casi en
suspenso.

En los últimos meses, muchos gobernantes de América Latina han procurado
destacar las diferencias de sus países con Argentina, y eso subraya la
importancia del gesto de Lula, quien se dispone a gobernar desde el 1 de
enero la mayor nación de la región, con el respaldo de más de 61 por ciento
de los votantes.

El presidente electo viajará este martes a Chile.

El Partido de los Trabajadores, fundado por Lula, busca "crear en el
Mercosur un espacio que no sea exclusivamente para el comercio, sino que
tenga también objetivos políticos", dijo a IPS Alberto Ferrari Etcheberry,
director del Instituto de Estudios Brasileños de la argentina Universidad de
Tres de Febrero.

"Brasil con Lula será la locomotora de este nuevo tiempo en América Latina,
y me siento muy orgulloso de que haya decidido visitar primero que nada a
nuestro país", comentó el secretario general de la Central de Trabajadores
Argentinos, Víctor de Genaro, amigo personal del visitante.

Lula llegó a Buenos Aires en la noche del domingo, acompañado por algunos de
sus colaboradores más cercanos, y este lunes se reunió con Duhalde,
ministros y parlamentarios, antes de ser declarado "visitante ilustre" de
Buenos Aires por el jefe de gobierno de la ciudad, Aníbal Ibarra.

Un proyecto nacional brasileño no podría realizarse plenamente sin un marco
regional fuerte, sostuvo antes de la visita Marco Aurelio García, principal
asesor de Lula sobre asuntos internacionales y uno de los candidatos a ser
su ministro de Relaciones Exteriores.

"Por eso para nosotros la cuestión del Mercosur es fundamental, queremos
transformarlo en un ámbito de convergencia de políticas comunes", explicó.

Nunca antes Argentina y Brasil habían tenido agendas tan coincidentes, ya
que ambos países devaluaron sus monedas y se proponen un desarrollo agrícola
e industrial, con reducción de la pobreza y aumento de las exportaciones y
el empleo, arguyó García.

Lula habló en primera persona del plural para referirse a Argentina y
Brasil. "Tenemos un amplio potencial, una agricultura y un parque industrial
mundialmente competitivos, reservas naturales y fuentes de energía",
destacó, además de subrayar la calidad de los recursos humanos de ambos
países.

"En los últimos años, opciones económicas y políticas equivocadas nos
condujeron a sucesivas crisis. ¿Cuántas veces en las dos últimas décadas
vimos a la economía de la región desorganizada por la inflación o sumergida
en recesiones con efectos sociales dolorosos?", preguntó.

La fuerte dependencia del capital externo dejó a ambas naciones "a merced de
especuladores internacionales que muchas veces ni siquiera saben donde están
nuestros países", pero "ese periodo debe quedar atrás, debemos retomar el
control de nuestro destino, construir nuestro futuro", enfatizó.

En ese sentido, remarcó que su visita debe ser entendida como "una expresión
de la voluntad del futuro gobierno de Brasil de dar un decisivo impulso a la
reconstrucción del Mercosur".

"Recibí de mi pueblo el mandato de conducir esta etapa de desarrollo con
nuestros hermanos de Sudamérica, y especialmente con el Mercosur, hoy
paralizado", alegó.

Para todo ello, consideró "urgente" profundizar la construcción del bloque y
reivindicó los ideales de los años 80, cuando Argentina y Brasil firmaron
acuerdos de integración política y estratégica que condujeron en 1991 a la
creación del Mercosur.

Pero en los últimos 11 años, el proyecto jerarquizó la asociación comercial,
y fue sacudido por rivalidades de sectores privados.

"El Mercosur no sólo debe transformarse en una unión aduanera, sino también
en un espacio para desarrollar políticas industriales y agrícolas activas,
una verdadera integración a ejemplo de la Unión Europea", con construcción
de "infraestructura común" y discusión de "políticas sociales unificadas",
propuso Lula.

"Estoy convencido de que en la agenda del Mercosur debe haber temas
políticos. Necesitamos instituciones comunes más convincentes, que den mayor
solidez y eficacia a nuestra secretaría administrativa, y avanzar en los
mecanismos de solución de controversias", dijo, además de plantear su "
sueño" de un parlamento regional.

El presidente electo expuso una visión del bloque con inclusión de Bolivia y
Chile, actuales Estados asociados, y también del resto de América del Sur.

Eso sería la base de una política externa común y acciones coordinadas ante
los organismos multilaterales de crédito, Estados Unidos o la Unión Europea,
en defensa de los intereses regionales, afirnó.

Por último, Lula destacó que Argentina y Brasil son "dos grandes países" que
tienen como mayor riqueza pueblos admirables, dispuestos al sacrificio y
decididos a cambios profundos" como los que, en su interpretación, le pidió
el pueblo brasileño en las elecciones de octubre

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Nello

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