Argentina: La exclusión cobra victimas fatales





 Dafne Sabanes Plou

 Las imágenes de niños desnutridos en una de las provincias con suelos
más ricos del país, la de Tucumán, llamada "el jardín de la República"
por la variedad y belleza de su flora, fueron un duro golpe para los
argentinos. La crisis continúa firme a pesar de los anuncios de
reactivación que se hace desde las oficinas gubernamentales. Las
consecuencias de las políticas económicas neoliberales impuestas en el
país durante la década del 90 ya son tangibles y cobran sus víctimas
en los más pequeños e indefensos. Esta semana murieron 6 niños de
hambre en la mencionada provincia, que se suman a otros 359 recién
nacidos que fallecieron allí en lo que va del año, aunque no todos por
problemas de mala nutrición. No obstante, las frías estadísticas
señalan que todos los días mueren en Argentina 3 niños por inanición o
enfermedades ligadas con la pobreza.

 A comienzos de la década del 90, el teólogo brasileño Jung Mo Sung
realizaba un análisis pormenorizado de la ideología neoliberal de
mercado en su libro Deus numa economia sem coracao. Allí afirmaba con
dureza que "la exclusión y la muerte de los pobres es una condición
para la armonía y la abundancia de los integrados del mercado.

La muerte de los pobres es una condición y un camino para la
implantación total del sistema del mercado". Durante la década del 90,
el PBI argentino creció un 55%, pero la riqueza quedó en pocas manos y
no se distribuyó sino que, por el contrario, enormes sumas de divisas
fueron giradas al exterior en una huída de capitales sin precedentes
que fueron a engrosar los bienes de empresas transnacionales o de la
alta burguesía argentina, tan apátrida como el dinero que maneja.

 Desde la devaluación del peso ocurrida a comienzos de año, los
salarios en el mercado formal bajaron un 20% y en el mercado informal,
un 40%, mientras que los productos de la denominada "canasta familiar"
acumulan un alza del 73,5%. Según estudios recientes de consultoras
privadas, sólo el 20% de la población cuenta con ingresos superiores a
la canastamedia, mientras que más del 50% de la población vive en la
pobreza. Las últimas estadísticas también dan cuenta de que los
salarios argentinos son los más bajos de América Latina, equivalentes
a un promedio de 230 dólares mensuales.

La exclusión de la niñez

 Hay provincias argentinas donde el 20% de los recién nacidos ya
sufren de desnutrición. Provienen de hogares de desempleados o de
subocupados que hace varios años que no tienen acceso a los alimentos
básicos, ni a la atención de su salud, ni a condiciones mínimas de
dignidad. La desnutrición infantil y la trágica muerte de niños por
hambre, que ahora cobra los titulares y los reportajes de los
principales medios, no son más que la punta del iceberg de una
situación social que explota. Los niños desnutridos son hijos de
madres mal alimentadas y fruto de un sistema económico que provocó un
alza brutal del desempleo - el 22% de la población económicamente
activa - el cierre del fábricas y centros de producción agrícola, y la
concentración de la tierra cultivable y de los medios de producción en
pocas manos.

 La población campesina se volcó a las cercanías de las ciudades
esperando encontrar allí mejores oportunidades de trabajo. Pero no fue
así, la recesión también golpea fuerte a la población urbana y las
condiciones de pobreza se agravan en los asentamientos. Son los niños
pequeños los más afectados. Si sus familias no reciben ayuda social de
entes gubernamentales o privados, es muy probable que no accedan a una
comida completa ni una vez al día. El relato de una madre tucumana
contando que su bebito, ya fallecido, había vivido un mes tomando sólo
infusión de yerba mate, estremece.

 La situación de los niños en edad escolar no es mejor. La mayoría de
las escuelas públicas en las zonas que rodean a las grandes ciudades
se han convertido en comedores populares. De las cuatro horas de
clase, los niños pasan la mitad entre desayuno o merienda y almuerzo.
Estudios realizados por psicopedagogos señalan que buena parte de los
niños ya no realiza un aprendizaje adecuado. Concurren a la escuela a
comer y porque allí se sienten contenidos. Juegan con sus amigos, se
alejan de la calle por cuatro horas, pero no cumplen con sus tareas,
ni estudian. Las secuelas de la mala alimentación que recibieron desde
pequeños ya son notorias. Según informes de la Sociedad Argentina de
Pediatría, los niños de hogares muy pobres, que recibieron
alimentación insuficiente durante los primeros 2 años de vida, cuando
llegan a los cinco años presentan un coeficiente de desarrollo
inferior al normal. Es difícil prestar atención en el aula cuando el
estómago está vacío.

Ahora que las fotos de los desnutridos pueblan los principales
periódicos se hará una gran campaña para alimentar a las familias
pobres de Tucumán. "Iremos casa por casa", señala Hilda "Chiche"
Duhalde, esposa del presidente de la Nación, quien puja por ser
considerada adalid de la solidaridad con los más necesitados. Si bien
los bolsones de comida y la atención de emergencia son más que
necesarios en hogares paupérrimos, ¿comenzarán las autoridades a
cuestionar el modelo económico imperante que continúa generando
pobreza y exclusión? ¿En qué medida se evitará caer en prácticas
clientelistas, donde el electorado pobre es, sin duda, funcional al
sistema?

 En un reportaje radial, un representante de organizaciones populares
señalaba que "en los piquetes no hay niños desnutridos". Allí, el
trabajo solidario, el apoyo mutuo y el compartir de recursos permiten
evitar situaciones extremas. Los movimientos sociales de base se
esfuerzan por evitar que sus niños y sus jóvenes pierdan fuerza física
e intelectual. Para luchar por una sociedad más justa hacen falta
dirigentes lúcidos y enfrentar el hambre es más que distribuir comida
gratuitamente. Forjar hombre y mujeres sanos, alfabetizados y
conocedores de sus derechos es ya un deber social. Terminar con años
de exclusión, también.

Servicio Informativo "Alai-amlatina" Agencia Latinoamericana de
Informacion info at alai.ecuanex.net.ec URL: http://alainet.org
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