Argentina: intervista all'ex- ministro Blejer



REPORTAJE EXCLUSIVO AL RENUNCIADO PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL, MARIO BLEJER
"En Economía sería ineficiente como ministro" El ex presidente del Banco
Central, Mario Blejer, salió al cruce de aquellos que los impulsan como
reemplazante de Lavagna. Explicó las diferencias con el ministro. Adelantó
que el acuerdo con el FMI está muy cerca de firmarse. Estimó que quedarán
menos bancos. Y pronosticó un "dólar muy alto pero estable". Pignanelli es
su reemplazante.


Por Claudio Zlotnik  http://www.pagina12.com.ar/

 "Vamos hacia un tipo de cambio muy alto pero estable", definió desde
Washington en diálogo con Página/12 el renunciado presidente del Banco
Central, Mario Blejer, luego del cierre de una jornada cambiaria bien
movida. El dólar libre aumentó 11 centavos, a 3,85 pesos para la venta, y el
Banco Central no tuvo otra alternativa que convalidar ese incremento,
llevando el tipo de cambio oficial a 3,70. A la autoridad monetaria no le
alcanzaron los 52,5 millones de dólares volcados al mercado para frenar la
escalada. En una semana, el BCRA perdió 193 millones de dólares y, al jueves
pasado, sus reservas quedaron en 9781 millones. Con las intervenciones del
último viernes y de ayer, el stock estaría a punto de quebrar la marca de
9700 millones. La aceleración de la corrida torna todavía más relevante el
resultado de las negociaciones con el FMI. En Washington, hacia donde hoy
viaja Roberto Lavagna, el ministro pedirá que el organismo refinancie los
vencimientos que la Argentina debe pagar entre este año y el 2003, por unos
18.000 millones de dólares. Justo antes de iniciar la ronda de negociaciones
definitoria, Eduardo Duhalde designó al hasta ahora vice Aldo Pignanelli
como nuevo presidente del Central. También nombró a Alberto Camarassa y a
Jorge Alberto Levy como directores de la autoridad monetaria. Los cambios se
produjeron no bien Mario Blejer oficializó su renuncia mediante una carta
enviada al jefe de Estado (ver aparte). En diálogo con Página/12, Blejer
responsabilizó a Lavagna de su partida. Descartó ser ministro de Economía
aunque en algún momento se lo propongan. "No entiendo nada de tarifas de
servicios públicos ni del sector real. De lo único que entiendo es de
finanzas", se autoexcluyó.
-¿Por qué sube el dólar?
-Existe una situación regional muy complicada, lo que desató una ola de
devaluaciones en América latina. También existe incertidumbre y desconfianza
en la Argentina por la grave situación financiera que atravesamos. En este
contexto, toda la expectativa está puesta en las negociaciones con el FMI.
Las chances de acordar con el Fondo Monetario son bastante altas.
-Pero ayer mejoró la situación en Brasil y Uruguay mientras que en la
Argentina el dólar siguió subiendo.
-No se puede seguir el mercado cambiario en el día a día. El programa
monetario prevé un dólar por debajo de 4 pesos, y ese objetivo depende del
acuerdo con Washington. El pacto con el FMI es fundamental, es la clave para
regenerar la confianza.
-¿Y si no hay acuerdo?
-El escenario más probable es que se firme. Dada la crisis regional, la
actitud de los funcionarios del Fondo será de mayor cooperación con la
Argentina. Es la sensación que tengo. Ellos le darán al Gobierno un
reconocimiento por los esfuerzos que se hicieron en cumplir las
precondiciones. Hasta los analistas más pesimistas coinciden en que el
segundo semestre será mejor que el primero. La caída de la economía será
menor ya que la ganancia por competitividad, dada la devaluación, empieza a
rendir. El problema más grave que le queda por resolver a la Argentina es la
cuestión financiera ya que nos encontramos en medio de la peor corrida
bancaria de la historia. La parte fiscal se encuentra bajo control.
-El FMI presiona para que el Central deje de intervenir en el mercado
cambiario. ¿Es posible cumplir sin que se dispare el dólar?
-Es necesario mantener un margen de intervención, pero no quiero hablar de
la cantidad de reservas que debería volcarse al mercado. Es algo que surgirá
de las negociaciones con el Fondo. Sería ilógico dejar de intervenir. Lo
mejor es que el mercado se sienta amenazado por la capacidad de intervención
del Banco Central.
-¿Cree posible el mantenimiento de la flotación cambiaria o la Argentina se
encamina hacia una dolarización o un tipo de cambio fijo?
-Podemos quedarnos con la flotación. El problema es que la Argentina
atraviesa por una grave crisis en su sistema financiero y de desconfianza en
la moneda. Pero esto no signifique que vayamos a una dolarización. Con
políticas coherentes, las cosas se irán normalizando. Me refiero, por
ejemplo, a que no debe forzarse el cierre de bancos. Tampoco debemos olvidar
que seguimos en default, atravesamos una severa crisis política y de
desconfianza en el país. La normalización demandará tiempo. Pero no creo que
terminemos en un anclaje de la paridad cambiaria ni en la dolarización.
Vamos hacia un tipo de cambio muy alto pero estable.
-¿Por qué en su carta de renuncia mencionó la "debilidad" en la
independencia del Banco Central?
-Esa debilidad es obvia. A Pedro Pou lo echaron el año pasado. No fue mi
caso. Pero me tuve que ir debido a que -si bien Eduardo Duhalde reconoció mi
independencia- el ministro Lavagna tiene una visión diferente. Piensa que en
medio de la crisis debe darse una coordinación mayor entre el Ministerio de
Economía y el Banco Central. Esta perspectiva no la acepté y por eso me fui.
-¿Qué pasó concretamente?
-Lavagna habló públicamente, en el Congreso, sobre la política de
redescuentos que debería aplicar el Central y no debió hacerlo. Esa es
injerencia pura de la autoridad monetaria. También reclamó que debía
obligarse a los bancos extranjeros a traer fondos desde sus casas matrices
cuando nosotros ya habíamos puesto en práctica una política en ese sentido.
Estas intervenciones debilitaron la idea de que el Central es independiente.
Y eso no lo pude aceptar.
-¿Cómo quedará el sistema financiero?
-En un contexto donde los depósitos cayeron a la sexta parte, y sin
posibilidad de créditos, el sistema se achicará: quedarán menos bancos y
sucursales. Habrá fusiones y absorciones. Pero éste no es el momento de
acelerar fusiones o cerrar entidades. También deberá redefinirse el rol de
la banca pública, que no debería ser comercial. Creo que los bancos
extranjeros más grandes permanecerán, ya pagaron los costos de la crisis y
buscan el momento de volver a hacer negocios. No esperen una salida masiva
de bancos extranjeros. La idea de contratar seguros en el extranjero sobre
los nuevos depósitos es buena, pero hay que saber que el crecimiento del
sistema llevará mucho tiempo.
-Piensa que el Plan Bonos se encamina al fracaso. ¿Se viene un canje
compulsivo de los depósitos?
-Si la gente no elige los bonos, el próximo año los bancos no tendrán
inconvenientes de empezar a devolver los reprogramados. Desde el punto de
vista económico, la clave es que se desincentive la posibilidad de hacer
compras masivas de bienes con los bonos ya que aceleraría la salida de
fondos del corralón, y nos acercaría a la hiperinflación. El plan de Lavagna
va en el camino correcto.
-¿A qué se dedicará ahora?
-El Presidente me pidió que lo ayude a renegociar la deuda externa y haga
contactos con las casas matrices de los bancos. Reencauzar las negociaciones
con los acreedores es necesario, y en Economía ya iniciaron las
conversaciones. Si Duhalde reafirma el ofrecimiento, aceptaré el encargo. Si
no, me voy a dedicar a la docencia en Washington.
-Se lo mencionó como reemplazante de Lavagna, ¿aceptaría ser ministro de
Economía?
-No tengo ningún interés. El mejor trabajo que pudiera tener sería de
presidente del Banco Central. Lo fui, y ha sido una experiencia muy
importante. En el ministerio de Economía sería ineficiente. No entiendo nada
de tarifas de servicios públicos ni del sector real. De lo único que
entiendo es de finanzas.
-Alguna vez mencionó que no quería ser el presidente del Central de una
hiperinflación. ¿Se va porque estamos al borde de ese proceso?
-No. La probabilidad de una híper es muy baja


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Nello

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